Esto significa que Titán era como la Tierra hace cuatro mil millones de años, pero congelada en una profunda helada interplanetaria.

Un blanco fundamental para Cassini.

Cassini no solo podía ver a través de las nubes de Titán con un radar e infrarrojo, sino que transportaba una sonda.

En diciembre de dos mil cinco, la aeronave de la Agencia Europea Espacial, Huygens pasó más de dos horas desplazándose hacia la superficie de Titán.

Sus fotografías transmitidas de regreso a la nave madre Cassini eran asombrosas imágenes similares a la Tierra, ríos, montañas, costas.

Sin embargo, estos son ríos de metano y las montañas de hielo rocoso.

Huygens aterrizó y mandó de regresó un panorama de sus alrededores.

Esto es una recreación de lo que vio exactamente. Un terreno aluvial cubierto por quijarros redondeados por una fuerte corriente de metano, a cientos de grados bajo el punto de congelación del agua.

Aun así, este mundo podría ser una cápsula de tiempo para transportarnos de regreso al nacimiento de nuestro planeta y a las primeras manifestaciones de la vida misma.

Plutón, una verdadera cápsula del tiempo, fue meticulosamente explorado por la misión New Horizons en dos mil quince.

Esta sonda espacial capturó las primeras imágenes detalladas y recopiló datos precisos sobre la superficie, geología y atmósfera del planeta enano, desvelando características inesperadas como montañas de hielo y extensas planicies heladas.

Tras su histórico paso por Plutón, New Horizons prosiguió su odisea hacia el cinturón de Kuiper, donde en enero de dos mil diecinueve realizó un sobrevuelo cercano de Arrokoth, un objeto de contacto.

Esta maniobra ofreció perspectivas sin precedentes sobre uno de los objetos más antiguos y remotos del sistema solar.

Degradado de su estatus planetario, este es el más grande de los mundos de hielo conocidos que rondan en los límites exteriores de nuestro sistema solar.

¿Qué es?, una luna que se escapó de algún planeta exterior, un cometa gigante, un globo incrustado en hielo muerto o tal vez el hogar de tenues geysers de hielo.

Más allá de él, hay tal vez miles de millones de pequeños residuos congelados del sistema solar temprano, que se esparcieron hasta la mitad de distancia a la estrella más cercana.

Las estrellas más cerca son el blanco de un robot distinto, el cual, desde el confort de la órbita de La Tierra, ha estado buscando planetas orbitando a otras estrellas.

Al estudiar cuidadosamente cómo la luz de las estrellas cambia al paso del tiempo, es posible detectar la presencia y el movimiento orbital de mundos distantes aún invisibles.

Es tan sólo una de las muchas formas en cómo se han descubierto a miles de posibles planetas orbitando a otras estrellas en nuestra región del espacio.

Algunos son sistemas de planetas aislados como el nuestro, muchos otros son de multi-planetas, pero los planetas ahí son grandes en número y variedad.

Mientras nuestros robots exploran los cielos en busca de señales de vida extra terrestre, tal vez valga la pena preguntarse si sus robots exploradores han descubierto ya nuestro pequeño mundo.

Y abriéndose paso a través de la oscuridad del espacio podría haber ya en camino un embajador robótico de alguna civilización distante ubicada en las profundidades del espacio interestelar

Versión en español por el planetario Luis Enrique Erro