Las aplicaciones seguras, atractivas y de alto rendimiento no ocurren por accidente.

Las aplicaciones web a menudo comprenden muchos componentes:

  1. Interfaces,
  2. Bases de datos,
  3. Configuración del servidor,
  4. Paquetes,
  5. Obtención/Mutaciones de datos,
  6. Almacenamiento en caché,
  7. etc.

Orquestar estos componentes es un desafío y a menudo requiere una gran cantidad de estados compartidos y lógica redundante.