Introducción

A lo largo de la historia, el objetivo de la astronomía ha sido comprender el Universo. En la antigüedad, los astrónomos se preguntaban cómo y por qué los planetas se movían con el cielo estrellado como telón de fondo, el significado de la misteriosa aparición de cometas y la aparente lejanía del Sol y las estrellas. Hoy en día, el énfasis se ha centrado en nuevas preguntas sobre cómo se originó el Universo, de qué está hecho y cómo ha cambiado. La forma en que sus componentes, como galaxias, estrellas y planetas, encajan en el panorama general y si existe vida más allá de la Tierra son algunas de las preguntas que la humanidad aún intenta responder.

Entendiendo la astronomía

Las desconcertantes preguntas cósmicas de hoy en día siempre han inspirado grandes ideas para responderlas“materia oscura” mentes curiosas y creativas durante milenios, resultando en avances pioneros en filosofía, matemáticas, tecnología y técnicas de observación“materia oscura”n nuevo descubrimiento parece explicar las ondas gravitacionales, otro plantea un nuevo enigma“materia oscura”o lo que hemos aprendido sobre los componentes familiares del Universo, tal como se observan a través de telescopios y detectores de diversos tipos, uno de nuestros mayores descubrimientos es lo que no entendemos en absoluto: más del 95% de la sustancia del Universo se encuentra en forma de "materia oscura" y "energía oscura".

Los orígenes de la astronomía

En muchas de las zonas más pobladas del mundo actual, muchos de nosotros apenas somos conscientes del cielo nocturno. No podemos verlo porque el resplandor de la iluminación artificial eclipsa la tenue y delicada luz de las estrellas. La contaminación lumínica a esta escala ha aumentado considerablemente desde mediados del siglo XX. En el pasado, los patrones estelares del cielo, las fases de la Luna y los meandros de los planetas eran parte de la experiencia cotidiana y una fuente constante de asombro. Pocas personas no se conmueven la primera vez que experimentan un cielo despejado o una noche verdaderamente oscura, en la que la magnífica extensión de la Vía Láctea se arquea en el cielo. Nuestros antepasados ​​estaban impulsados ​​por una mezcla de curiosidad y asombro en su búsqueda de orden y significado en la gran bóveda celeste sobre sus cabezas. El misterio y la grandeza de los cielos eran explicados por lo espiritual y lo divino. Al mismo tiempo, sin embargo, el orden y la previsibilidad de los ciclos repetitivos tuvieron aplicaciones prácticas vitales para marcar el paso del tiempo. La arqueología proporciona abundante evidencia de que, incluso en tiempos prehistóricos, los fenómenos astronómicos fueron un recurso cultural para las sociedades de todo el mundo. Donde no hay registro escrito, solo podemos especular sobre el conocimiento y las creencias de las sociedades primitivas. Los registros astronómicos escritos más antiguos que se conservan provienen de Mesopotamia, la región que se encontraba entre los valles del Tigris y el Éufrates, en el actual Irak y países vecinos. Las tablillas de arcilla con inscripciones con información astronómica datan de aproximadamente 1600 a. C. Algunas de las constelaciones (agrupaciones de estrellas) que conocemos hoy provienen de la mitología mesopotámica, que se remonta incluso antes del 2000 a. C.

Meandro: Curva sinuosa o en forma de serpiente. Meandros de los planetas: Se refiere a las curvas o trayectorias irregulares que los planetas parecen describir en el cielo, vistos desde la Tierra.

La filosofía está escrita en este gran libro, el Universo, que permanece continuamente abierto a nuestra mirada.

  • Galileo Galilei

Astronomía y astrología

Los babilonios de Mesopotamia estaban muy interesados en la adivinación. Para ellos, los planetas eran manifestaciones de los dioses. Las misteriosas idas y venidas de los planetas y los sucesos inusuales en el cielo eran presagios de los dioses. Los babilonios los interpretaban relacionándolos con experiencias pasadas. Para ellos, los registros detallados durante largos períodos eran esenciales para establecer conexiones entre lo celestial y lo terrestre, y la práctica de interpretar horóscopos comenzó en el siglo VI a. C. Los mapas mostraban la posición del Sol, la Luna y los planetas en el contexto del zodíaco en algún momento crítico, como el nacimiento de una persona.

Durante unos 2000 años, hubo poca distinción entre la astrología, que utilizaba las posiciones relativas de los cuerpos celestes para rastrear el curso de la vida y la historia humanas, y la astronomía, en la que se basaba. Las necesidades de la astrología, más que la mera curiosidad, justificaron la observación del cielo. Sin embargo, desde mediados del siglo XVII, la astronomía como actividad científica se distanció de la astrología tradicional. Hoy en día, los astrónomos rechazan la astrología porque carece de fundamento científico, pero tienen buenas razones para estar agradecidos a los astrólogos del pasado por dejar un registro histórico invaluable.

Tiempo y mareas

Las observaciones astronómicas sistemáticas que antes se utilizaban para la astrología comenzaron a adquirir cada vez mayor importancia como medio tanto para la medición del tiempo como para la navegación.

Los países tenían razones sumamente prácticas, tanto civiles como militares, para establecer observatorios nacionales, a medida que el mundo se industrializaba y el comercio internacional crecía. Durante muchos siglos, solo los astrónomos contaban con las habilidades y el equipo necesarios para controlar la medición del tiempo mundial. Esto se mantuvo así hasta el desarrollo de los relojes atómicos a mediados del siglo XX. La sociedad humana se regula en torno a tres relojes astronómicos naturales: la rotación de la Tierra, detectable por la aparente marcha diaria de las estrellas alrededor de la esfera celeste para darnos el día; el tiempo que nuestro planeta tarda en dar una vuelta alrededor del Sol, también conocido como año; y el ciclo mensual de las fases lunares. El movimiento combinado en el espacio de la Tierra, el Sol y la Luna también determina el momento y la magnitud de las mareas oceánicas, que son de crucial importancia para las comunidades costeras y los navegantes.

La astronomía desempeñó un papel igualmente importante en la navegación, ya que las estrellas actuaban como marco de referencia visible desde cualquier punto del mar (si las nubes lo permitían). En 1675, el rey británico Carlos II encargó un observatorio, el Real Observatorio de Greenwich, cerca de Londres. La instrucción a su director, el primer astrónomo real, John Flamsteed, fue dedicarse diligentemente a realizar las observaciones necesarias para perfeccionar el arte de la navegación. La astronomía fue prácticamente descartada como fundamento de la navegación en la década de 1970 y reemplazada por satélites artificiales, que crearon un sistema de posicionamiento global.

Hay que tener imaginación para reconocer un descubrimiento cuando lo haces.

  • Clyde Tombaugh

El propósito de la astronomía

Las razones prácticas para dedicarse a la astronomía y la ciencia espacial pueden haber cambiado, pero aún existen“Amanecer en la Tierra”nomía es necesaria para evaluar los riesgos que enfrenta nuestro planeta desde el espacio“Amanecer en la Tierra”ente fragilidad de la Tierra con mayor fuerza que las imágenes icónicas, como "Amanecer en la Tierra" y "Canica Azul", tomadas desde el espacio por los astronautas del Apolo en la década de 1960. Estas imágenes nos recordaron que la Tierra es un pequeño planeta a la deriva en el espacio. Como habitantes de la superficie, la protección que brindan la atmósfera y el campo magnético terrestre puede hacernos sentir seguros, pero en realidad estamos a merced de un entorno espacial hostil, azotado por partículas energéticas y radiación, y con el riesgo de colisionar con rocas. Cuanto más sepamos sobre ese entorno, mejor preparados estaremos para afrontar las posibles amenazas que presenta.