Los amantes separados: Vega y Altair

Triángulo de Verano

🌟 Estrella Constelación Información 🔭 Objetos
Vega Lyra La 5ta estrella más brillante M57 - Nebulosa del Anillo
Altair Aquila Flanqueada por dos estrellas más pequeñas que simbolizan a sus hijos
Deneb Cygnus M27 - Nebulosa de la Mancuerna (Dumbbell) o Manzana: En Vulpecula, cerca de Cygnus
Cygnus X-1

Estas tres estrellas forman el conocido Triángulo de Verano, pero también son el escenario de una antigua y conmovedora historia de amor entre Vega y Altair.

Época ideal para observarlo
Alrededor de las 10 p.m. y la medianoche en junio y julio.

M57

  • Es una espectacular nebulosa planetaria que simboliza el amor eterno de los dos amantes.

M27

  • Fue la primera nebulosa planetaria descubierta y descrita por Charles Messier en 1764.
  • Es una de las mayores nebulosas planetarias conocidas (con 2 a 3 años luz de diametro).

Cygnus X-1

Detectado en 1964, fue uno de los primeros objetos identificados como un agujero negro.

El famoso astrofísico Stephen Hawking inicialmente apostó que Cygnus X-1 no era un agujero negro, pero más tarde aceptó que estaba equivocado.

Es parte de un sistema binario. Su compañero es una estrella supergigante azul llamada HDE 226868.

  • 21 veces la masa del Sol.
  • 60 kilómetros de diámetro.

Historia

La leyenda (de origen en la mitología asiática) cuenta la historia de Vega (Zhinü) una diosa que tejía las nubes y los cielos con hilos de luz, creando hermosos paisajes celestiales, y Altair (Niulang), un humilde pastor que cuidaba con esmero a sus dos bueyes.

Esta historia tiene su origen en la mitología asiática, específicamente en el festival del Qi Xi o Noche de los Enamorados, conocido como Tanabata en Japón y Chilseok en Corea.
En el festival Tanabata, celebrado en Asia, las personas escriben deseos en tiras de papel y las cuelgan en ramas de bambú, esperando que las estrellas concedan sus sueños y los guíen hacia el amor y la felicidad.

Amor a primera vista

Un día, la diosa Vega y sus 6 hermanas descendieron a la Tierra, para disfrutar de un momento libre de sus deberes celestiales, junto a un río cristalino.

Ahí, se encontraron con Altair, quien también había llegado al río por recomendación de un viejo sabio, quien le había dicho que algo maravilloso le sucedería.

Cuando Vega y Altair cruzaron miradas, el tiempo pareció detenerse. Vega y Altair hablaron, rieron, y en ese instante supieron que estaban destinados a estar juntos.

Vega decidió abandonar el cielo para vivir con Altair en la Tierra. Se casaron. Tuvieron 2 hijos y vivieron felices por un tiempo.

El castigo divino

Sin embargo!, cuando la madre de Vega, la poderosa diosa del cielo, descubrió que su hija había abandonado sus deberes divinos por un mortal, estalló en furia y ordenó que Vega regresara al cielo.

Siendo llevada de vuelta al firmamento por una fuerza que no podía resistir.

Altair, desesperado, intentó seguirla con la ayuda de un buey mágico que lo transportó al cielo. Pero antes de que pudiera alcanzarla, la madre de Vega, con un leve movimiento de su mano, creó un inmenso río estelar para separarlos, la Vía Láctea.

Amor eterno

Así, las estrellas Vega y Altair quedaron separadas para siempre.

Tan cerca, pero eternamente inalcanzables, solo podían contemplarse a través del río que las dividía.

La tristeza los envolvía, y sentían que el dolor consumía su luz. Su amor inquebrantable conmovió a las demás estrellas y a los animales celestiales, quienes no pudieron ignorar su sufrimiento.

Fue entonces cuando las urracas, decidieron ayudarlos. Prometieron que, una vez al año, volarían juntas para formar un puente sobre la Vía Láctea. Así, el séptimo día del séptimo mes lunar, Vega y Altair podrían reunirse.

En china, el número 7 tiene asociaciones con perfección y armonía. Además este día suele coincidir con una temporada de cielos despejados en China, lo que permite observar el Triángulo de Verano.


Deneb en la constelación de Cygnus, representa el cisne que guía a las urracas para que construyan el puente. Albireo una de las estrellas dobles más famosas


El Águila y Sagitta (La flecha)

El Águila era una inmensa ave al servicio de Zeus, el dios del trueno, y la encargada de llevar sus rayos. Sin embargo, también tenía otra tarea: castigar a Prometeo.

Prometeo, como cuentan los mitos, era un titán que desafió a los dioses al robar el fuego del Olimpo para entregárselo a la humanidad. Por este acto, Zeus lo condenó a un tormento eterno.

Encadenado a una montaña, Prometeo sufría diariamente el ataque de un águila gigante que devoraba su hígado. Pero como era inmortal, su órgano se regeneraba cada noche, perpetuando el ciclo de su castigo.

Años después, Hércules, el gran héroe, llegó hasta él. Como parte de sus legendarias hazañas, decidió liberarlo. Bastó una flecha precisa para abatir al Águila y romper, de una vez por todas, este cruel ciclo de tormento.

Vulpecula et Anser (La Zorra y el Ganso)

Vulpecula (la Pequeña Zorra) es una constelación moderna. Que originalmente la Zorra llevaba un ganso en su hocico, posiblemente como símbolo de astucia y caza. Pero, con el tiempo, el ganso se desvaneció de los mapas estelares, dejando solo a Vulpecula.