Las aplicaciones seguras, atractivas y de alto rendimiento no ocurren por accidente.
Las aplicaciones web a menudo comprenden muchos componentes:
- Interfaces,
- Bases de datos,
- Configuración del servidor,
- Paquetes,
- Obtención/Mutaciones de datos,
- Almacenamiento en caché,
- etc.
Orquestar estos componentes es un desafío y a menudo requiere una gran cantidad de estados compartidos y lógica redundante.